Esclavas de la Tierra

Texto: Álvaro Carballo
Uruguay, país que avanza en materia de derechos humanos. Uruguay, país
que legaliza el matrimonio igualitario, que regula el mercado de la
marihuana, que permite que una mujer tenga derecho a decidir sobre su
cuerpo y abortar. Uruguay que es referencia, avanzada y vanguardia de
respeto a las minorías. Uruguay, país donde todavía hay gente que vive
como en el medioevo.
María Flores, presidenta del Sindicato Único de Trabajadores del Tambo
y Afines (SUTTA), ha denunciado públicamente que en 2015 todavía hay patrones
que aplican el “derecho de pernada”*, capataces que hacen “casting
cama” para contratar mujeres, terratenientes que se niegan a darle
agua potable a quienes trabajan en sus campos, otros que tienen 60
empleadas para cosechar frutillas a las que no les dan un baño y les
sugieren que hagan sus necesidades en el terreno “así abonan la
tierra”. “Somos las esclavas de la tierra” dice María Flores.
Tras la indignación surge la admiración. Estas mujeres se reúnen y
demuestran su coraje, plantan cara y reivindican ser tratadas como
seres humanos. Por eso nació la idea de reforzar su dignidad, de
colaborar para que ellas se sientan femeninas y el mundo se entere que
son mujeres.
La idea fue trabajar a partir de algo a priori frívolo: la
imagen. Así el estilista Heber Vera prestó su talento para producirlas
no como modelos sino como mujeres. Tres fueron las que tuvieron una
sesión de fotos en Puntas de Maciel (Florida) en representación de
otras miles.
Reforzar su dignidad es una herramienta para que no cedan en su
esfuerzo, para que sigan moviéndose, defendiendo a sus compañeras,
denunciando a los abusadores.
En definitiva, para que todos nos
enteremos que son tanto como eso: MUJERES.

*En el medioevo, los señores feudales tenían el “derecho” de tener
sexo con cualquier mujer que trabajara en sus territorios.